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Una Aventura Culinaria Nocturna: Delicias de Sashimi y Sopa de Miso

  • Foto del escritor: Luis Patrón
    Luis Patrón
  • 15 ago 2024
  • 2 Min. de lectura

Las idas al supermercado en la noche pueden ser toda una aventura, sobre todo cuando encuentras esos descuentos en comida que no te puedes perder. Ayer por la noche fue uno de esos momentos de suerte—me llevé un tesoro en forma de atún y salmón sashimi. Justo cuando estaban cerrando la tienda, logré comprar pescado de primera calidad a un precio de risa. El placer de una buena oferta siempre es satisfactorio, pero la verdadera alegría vino al preparar y disfrutar de una cena nocturna que fue sencillamente espectacular.





El Golpe de Sashimi: Perfección en Atún y Salmón

No hay nada más gratificante que encontrar sashimi de alta calidad en oferta. La textura rica y suave del atún, junto con el delicado y ligeramente dulce sabor del salmón, los convierte en una pareja perfecta. El sashimi es uno de esos platos donde la simplicidad es la clave: solo una rebanada de pescado fresco, un poco de wasabi, y una pizca de salsa de soya. La calidad del pescado habla por sí sola, y anoche, no dejó nada que desear.


Una Sopa de Miso Casera que Compite con las Mejores

Pero, ¿qué es un festín de sashimi sin un buen tazón de sopa de miso reconfortante? Inspirado por mi hallazgo nocturno, decidí preparar una sopa de miso que, me atrevo a decir, compite incluso con la de mi esposa japonesa.

El secreto de una buena sopa de miso está en el caldo, y para eso, usé hojuelas de bonito para hacer un dashi rico y cargado de umami. El dashi es la base de muchos platos japoneses, y cuando se hace bien, eleva incluso los ingredientes más simples. A mi dashi, le añadí una buena cantidad de alga wakame y hongos, dándole a la sopa una profundidad y textura que te deja satisfecho. El wakame aportó un sutil sabor oceánico que se combinó de maravilla con los hongos terrosos, creando un platillo equilibrado y nutritivo.


El Veredicto Final

Mientras me sentaba a disfrutar de mi creación nocturna, no pude evitar sentirme un poco orgulloso. El sashimi estuvo perfecto, y la sopa de miso—bueno, digamos que le hizo competencia a la versión de mi esposa. Fue una de esas comidas que se preparan sin esfuerzo, pero que dejan una impresión duradera.

Ir al supermercado tarde por la noche tal vez no parezca la manera más emocionante de pasar una velada, pero cuando terminas con una comida como esta, vale cada minuto. ¿Lo mejor? Saber que con un poco de creatividad y algunos ingredientes simples, puedes crear un platillo que no solo sacia tu hambre, sino que también te trae un toque de alegría culinaria.

La próxima vez que te encuentres en el supermercado después de horas, atrévete a aprovechar esos descuentos—nunca sabes cuándo podrías terminar con una comida digna de recordar.

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